Trucos para ahorrar energía en la cocina

Compra electrodomésticos clase A

Para ahorrar energía en la cocina es fundamental tener el equipo adecuado. Comprar electrodomésticos clase A puede parecer una inversión cara, pero el consumo de energía es hasta tres veces menor que en los electrodomésticos de la clase G. Utilizados correctamente a lo largo de su vida útil, el ahorro puede ser de unos 800 euros.

Conserva bien el calor

Cuando cocines, tapa la olla. Se perderá menos calor y por lo tanto gastarás menos energía al cocinar. Además, usa usa siempre una olla más grande que el fuego. Si el fondo de la olla es plano, también se facilita la tarea de ahorrar.

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Cuanto menos calor malgastes al cocinar, mejor. Esto incluye el uso de la olla a presión para cocciones lentas (si no dispones de una, asegúrate de usar recipientes que acumulen calor) y placas de inducción frente a vitrocerámicas normales. Con las placas de inducción se genera el calor directamente desde la base del recipiente y se pierde menos calor. Ojo con encender el fuego al máximo para ahorrar tiempo: no es un truco válido.

El microondas es también un buen sustituto del horno, siempre que la receta nos lo permita. Si no tienes más remedio que utilizar el horno, evita abrirlo cuando estés cocinando. Gastarás más energía porque perderás calor y además puedes estropear lo que estés preparando si se trata de un postre que tenga que crecer. Ten en cuenta también que si necesitas hornear más de 1 hora lo que estés cocinando, no va a ser necesario precalentar.

Para aprovechar el calor al máximo, ten en cuenta el calor residual del horno y la vitrocerámica al cocinar. Esto significa que puedes apagarlos unos 5 minutos antes de terminar de cocinar.

Aprende a descongelar

No utilices el horno para descongelar ni recalentar comida. El horno eléctrico necesita consumir mucha energía para calentarse. Tampoco descongeles con agua caliente. Si tardas dos minutos en descongelar un trozo de carne con agua caliente, estarás desperdiciando 24 litros de agua. Lo mejor es descongelar poco a poco en la nevera, aprovechando además el frío que desprenda el alimento.

Ojo con el frigorífico

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Es muy importante que ajustes su temperatura ya que cada grado de frío incrementa el consumo de energía, y es que el frigorífico es uno de los elementos de la cocina que más energía gasta. La temperatura de tu nevera debe ser de unos 5 grados en la nevera y unos -18 en el congelador.

También evita instalar la nevera cerca de las fuentes de calor como el horno o la luz del sol.

Para mejorar la ventilación limpia de vez en cuando el polvo de la parte de atrás y no lo pegues del todo a la pared. No sólo es importante que esté limpio por fuera: la escarcha incrementa el consumo de luz necesario para enfriar. Y si vas a estar fuera de casa por un tiempo largo deja la nevera vacía, limpia y desenchufada.

Utiliza el lavavajillas

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Si mantienes el grifo del agua abierto durante 5 segundos, estás gastando un litro de agua. Lavar a mano hace que el lavado sea menos cuidadoso con este elemento y se gaste más. Un lavajillas de clase AAA con un programa ECO ahorra más de 50 litros de agua diarios en comparación (24 litros y medio de agua caliente). Si no dispones de lavavajillas, debes concienciarte de abrir el grifo solo cuando sea necesario.

¿Conoces algún truco más para ahorrar energía en la cocina? ¡Déjalo en los comentarios!