5 reparaciones sencillas en casa que deberías saber hacer en casa

Realizar las reparaciones que vaya necesitando nuestro hogar tan pronto como aparezcan es muy importante. Si podemos «reparar» algo antes de que se estropee, será incluso mejor. Por ejemplo, pintar periódicamente rejas y ventanas evita gastar dinero en anti-óxido antes de la pintura.

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1. Cierra la llave de paso de agua, por lo general se encuentra en el baño.
2. Abre el grifo para que se vacíe de agua por completo y luego ciérralo.
3. Coloca un tapón en el lavabo para evitar que caiga por el desagüe alguna pieza que se pudiera desprender.
4. Quita la parte superior del grifo aflojando el tornillo con un destornillador.
5. Llegado a éste punto tendrás todo el mecanismo del grifo a la vista. Lo más conveniente es cambiarlo todo: la goma (o junta tórica) y la válvula con el mecanismo.
6. Una vez realizado el cambio, vuelve a armar todo tal y como estaba antes de abrir la llave de paso.

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Aunque tener puertas chirriantes puede darle un bonito toque de película de terror a nuestro hogar, es conveniente evitar la fricción excesiva en las bisagras. La reparación es sencilla: rociar las bisagras con lubricante, con algún producto especial, aceites líquidos tipo 3 en 1, con polvo de grafito o productos como la grasa de litio.

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Los tiradores y picaportes pueden endurecerse por una mala fricción o por suciedad acumulada. Lo mejor es retirar los tornillos de fijación, desmontar la pieza para limpiarla y luego aplicar lubricante. De aplicar lubricante antes, la suciedad podría incrustarse aún más.

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Si cambiaste de lugar el cuadro de la sala y ya no quieres poner otro en su lugar, lo mejor es que tapes el agujero con masilla o yeso. Si necesitas esconder agujeros de mayor tamaño, es mejor que apliques un compuesto sellador. Luego lo lijas, pintas encima y la pared como nueva.

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1. Elimina de la pared las abolladuras o desprendimientos de pintura. Limpia la superficie de cualquier tipo de suciedad, polvo o moho y lija el fondo para asegurar que la pintura se adhiera bien.
2. Sella bien el fondo con cemento, yeso, o el material que consideres adecuado para tu pared y lija de nuevo para igualar la superficie.
3. Todo listo para pintar la pared. Es recomendable que pintes la pared entera, a no ser que el resto esté recién pintado. De lo contrario, se notarán las marcas.